Por Harold Alvarado Tenorio
Una editorial madrileña y otra salmantina han publicado esta primavera el último libro de versos de Alfredo Pérez Alencart: Regreso a Galilea,
siete poemas del peruano en traducciones al árabe, hebreo, inglés e
italiano, ilustrados con preciosas viñetas de Miguel Elías. El volumen
fue presentado en Meghar, una pequeña aldea al norte de Galilea,
habitada por drusos, musulmanes y cristianos, vecina a los Altos del
Golán y el lago de Tiberíades, donde hace tres lustros se reúnen
anualmente variados grupos de poetas árabes y judíos demostrando que la
convivencia en la diversidad, de lenguas e ideologías, es posible
incluso en Israel. En esta ocasión también participaron bardos de
Noruega, Italia, Suiza, China, Albania, Eslovenia y Jordania.
Regreso a Galilea
tiene doble significado. Es un manojo que permite gustar la polisemia
que ofrecen las traducciones simultáneas de un poema, brindando
intuiciones que el texto original en español parece retener, al tanto
que enriquece su elucidación, en este caso, las invocaciones que el
poeta, creyente y peruano, hace de sus ansias de confraternidad entre
los seres que habitaran las regiones donde El Galileo predicó.
I saw things
that are unseen
and clothed myself in
righteousness,
loving in flesh
and spirit,
as signs
of what took place
in me.
And rather than
repeating words
I sanded them smooth,
like a humble
carpenter
in his workshop.
[Stuart Park]
Fratello,
sia tu dove sia,
apri i pugni
e che non tornino
armi nelle tue mani,
che la lotta
non insista nell' avvicinare
distanze,
che soltanto le parole
si alzino e convincano
che convincano le tue parole,
non i colpi né gli
ordigni,
e che in te si ingigantisca
la benevolenza.
[Stefania di Leo]
Quizás mejor que en otras de las publicaciones de Alencart, en Regreso a Galilea
se constata la calidad de su escritura y la constancia de su mensaje
cristiano. Las traducciones refrendan la diversidad y tesitura de su
lengua española, al tanto que los códigos que formula, -- la pobreza
de bienes entre la holgura del buen vivir nos hace dignos de la vida;
Eva replica el mundo para perpetuar la salvación del cuerpo por la vida
eterna,-- confirman su indeclinable militancia y convicción
religiosa. Hechos que señalan cómo nada es ajeno al poema, siempre y
cuando, su sintaxis y prosodias alcancen cimas y simas de
estremecimiento.
Galilea,
situada al norte de Israel, entre el Mediterráneo, el mar de Galilea y
el Valle de Jezreel es una región de colinas, con un río de numerosos
afluentes y arroyos, fértiles llanuras y áridas montañas, donde, según
la tradición, en Tabor, ocurrió la metamorfosis de Jesús, cuando en
presencia de Pedro, Juan y Jacobo, habló con Moisés y Elias. Allí, al
pasar por la orilla del lago, mientras los pescadores estaban arreglando
las redes, los llamoì, y ellos lo dejaron todo y le siguieron. Los
apóstoles eran oriundos de Galilea, los evangelios mencionan algo más de
cuatro centenares de lugares de esa región donde ejercieron su
magisterio. “Volver a Galilea quiere decir releer todo a partir de la cruz y de la victoria. Sin miedo, no temáis”, dijo esta pascua de resurrección Jorge Mario Bergoglio.
Una relectura del signo de Galilea, que como coincidencia aparece en Resistencia,
el poema de Alencart. El hecho de que los siete textos no solo estén
impresos en español e italiano, sino en árabe y hebreo, agregando a ello
sus simbolismos, indica que el peruano militante busca también la paz
para una región de sufrimiento como la Palestina histórica, humillada y
despojada por el imperio de la codicia y la execración. He aquí la
metáfora profunda de este valioso librito de versos que desde el cantico
religioso agita las campanas de la paz entre los pueblos hermanos de
Israel y Palestina, con una Jerusalén para la concordia del hombre en la
tierra. Resistir al dolor, resistir al mal, eso grita el poeta.
Día tras día
te persiguen los feroces
con sus gritos y condenaciones.
No toleran
el perfil invicto
de tus bolsillos vacíos,
el temple
de tu mucha exigencia
y el no mentir jamás.
¡Están perdidos
en su mal gobierno,
ansiosos por usar
sus hachas!
Hoy mismo tu voz
tuerce sus hablas
que no tocan verdad.
La tuya es la historia
de los que
resisten.
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